sábado, 21 de septiembre de 2013

Cheesecake de Baileys con Chocolate

Para la base:
 
- 160 g de galletas tipo Digestive
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 80 g de mantequilla


Para el relleno:

- 800 g de queso tipo Philadelphia
- 160 g de azúcar blanco
- 3 cucharadas de harina
- 4 huevos M
- 65 ml de nata de montar
- 60ml de Baileys (ya lo repetiré echando bastante más y os cuento... jejeje)


Para el ganaché de Baileys
  • 165g de chocolate negro bien troceado
  • 135ml nata de montar
  • 35g de mantequilla sin sal, troceada
  • 60mls de Baileys



Empezamos preparando el ganache.

Colocamos el chocolate en un bol resistente al calor.

En un cazo, calentamos la nata hasta que empiece a hervir. La echamos sobre el chocolate y removemos bien hasta que la mezcla sea homogénea y el chocolate esté totalmente derretido. Incorporamos la mantequilla y el Baileys y removemos bien hasta que la mezcla sea homogénea. Cubrimos el bol con film y dejamos templar hasta el momento de usarla.

Precalentamos el horno a 180°. Engrasamos el molde de 18 cms desmontable con un poco de mantequilla o spray desmoldante.

Ponemos a fundir la mantequilla. Una vez fundida, la retiramos del fuego.

Trituramos las galletas, las mezclamos con el azúcar moreno y añadimos todo a la mantequilla. Mezclamos bien. Cubrimos la base del molde con la masa y lo metemos a la nevera para que endurezca.

Mientras se enfría, preparamos el relleno.

Batimos a velocidad BAJA el queso con el azúcar blanco y la harina hasta que la mezcla sea homogénea. Incorporamos los huevos, uno a uno.  Finalmente, añadimos la nata mezclada con el Baileys, y batimos de nuevo, siempre LENTAMENTE hasta que estén bien integrados.

Sacamos la base de la nevera y la rellenamos con la masa de queso.

Horneamos la tarta durante 15 minutos a 180° y después bajamos la temperatura a 120° y continuamos horneando, al menos, 60 -70 minutos, o hasta que toda la superficie haya cuajado y sólo quede el centro un poco húmedo.

Dejamos que la tarta enfríe a temperatura ambiente después la metemos al frigorífico un par de horas (mínimo) para que logre la consistencia adecuada.

Importante no meter la tarta caliente a la nevera o corréis el riesgo de que se raje por arriba. 

Bueno, que total da igual porque nos la vamos a comer sí o sí y encima lo taparemos con el ganaché, pero que el que avisa no es traidor ;)

Decoramos la tarta con la espátula.

Es mejor sacarla de la nevera una media hora antes de servirla para que regrese a temperatura ambiente :)


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